La salud respiratoria en un clima cambiante:Aprenda cómo la creciente contaminación y el clima extremo afectan la salud respiratoria y qué puede hacer al respecto.
Un respiro lo cambió todo
Nunca pensé mucho en el aire que respiraba, hasta que empezó a contraatacar.
Era una tarde calurosa de verano, de esas en las que puedes sentir el calor rebotando en el pavimento.
Estaba paseando a mi perro, nada raro, hasta que empecé a toser. Al principio fue seca.
Entonces sentí una opresión en el pecho. Y de repente, respirar me costó un poco.
Resulta que no estaba simplemente “sobrecalentado”.
La calidad del aire ese día fue calificada como malsano debido a los altos niveles de ozono a nivel del suelo y al humo de los incendios forestales que llegan desde cientos de kilómetros de distancia.
Ese momento me hizo darme cuenta de algo que había estado ignorando: Nuestro entorno está cambiando y mi cuerpo lo puede sentir, especialmente en mis pulmones.
Cómo el cambio climático está afectando nuestra respiración
Analicémoslo en detalle. El cambio climático no solo afecta al planeta, sino también a las personas.
Y la salud respiratoria es una de las primeras cosas que se ve afectada.
Así es como sucede:
Más incendios forestales = más humo
Con el aumento de las temperaturas globales, las temporadas de incendios forestales son cada vez más largas e intensas.
Incluso si no vives cerca de un bosque, el humo puede viajar miles de kilómetros, llenando el aire con partículas finas (PM2.5), partículas diminutas que llegan a lo profundo de los pulmones.
Días más calurosos = aire más sucio
Las altas temperaturas aumentan el ozono a nivel del suelo, un componente importante del smog.
Éste no es el ozono bueno que se encuentra en lo alto de la atmósfera.
Éste irrita los pulmones y puede desencadenar ataques de asma, especialmente en niños y adultos mayores.
¿Temporada de alergias? Prueba el año de las alergias.
El cambio climático también está haciendo que las temporadas de polen sean más largas e intensas.
Esto significa más estornudos, sibilancias y picazón en los ojos para cualquier persona con alergias o asma.
Tormentas más fuertes = moho y humedad
Las inundaciones y los huracanes dejan más que daños.
Crean ambientes húmedos donde proliferan el moho y los hongos, otro desencadenante de problemas respiratorios.
Vivir con pulmones sensibles en un clima impredecible
Desde ese día, he tenido que ser más consciente de mi propia respiración.
Siempre he sido relativamente saludable, pero ahora presto atención a cosas que solía ignorar, como las alertas de calidad del aire, los recuentos de polen y los niveles de humedad.
Esto es lo que he aprendido a las malas: no es necesario tener una enfermedad diagnosticada para verse afectado.
El cambio climático está ejerciendo presión sobre todo de nuestros pulmones, especialmente si vives en ciudades o cerca de zonas de mucho tráfico.
Leer más: Salud mental y nutrición
¿Quién está en mayor riesgo?
Si bien cualquiera puede sentir los efectos del aire contaminado, algunos grupos son más vulnerables:
- Niños (sus pulmones aún están desarrollándose)
- Personas mayores (a menudo con problemas de salud preexistentes)
- Personas con asma o EPOC
- Comunidades de bajos ingresos, que a menudo viven en zonas de alta contaminación
- Trabajadores al aire libre y deportistas expuestos a los elementos diariamente
Según la Asociación Estadounidense del Pulmón, más del 401% de los estadounidenses viven en condados con aire insalubre.
Esto supone casi 137 millones de personas.
Cómo proteger tu salud respiratoria (incluso cuando el aire no está de tu lado)
Es fácil sentirse impotente, pero la verdad es que hay muchas cosas que debemos hacer. poder hacer para protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias.
Aquí hay algunos consejos que hicieron una verdadera diferencia en mi vida:
1. Verifique el índice de calidad del aire (ICA)
Antes de salir, reviso aplicaciones como AirVisual, IQAir o incluso Google Weather.
Si el ICA está por encima de 100, tomo precauciones, especialmente durante el ejercicio.
2. Use mascarilla en días de alta contaminación
Sí, todavía conservo mis KN95. No son solo para pandemias: filtran partículas finas de humo, smog y polvo.
3. Utilice un purificador de aire en interiores
Invertí en un buen purificador de aire HEPA para mi sala y dormitorio. Ayuda a mantener limpio el aire interior cuando el exterior se vuelve desagradable.
4. Mantenga las ventanas cerradas en los días malos
Me encanta el aire fresco tanto como a cualquiera, pero cuando la contaminación o los alérgenos son altos, sello las ventanas y enciendo el aire acondicionado filtrado.
5. Añade algo de verde
Plantas como las plantas de serpiente, los lirios de la paz y las plantas araña pueden ayudar a mejorar la calidad del aire interior; además, hacen que su espacio luzca vivo.
Pequeños cambios en el estilo de vida que ayudan a que tus pulmones se mantengan fuertes
Más allá de la calidad del aire, también comencé a ser más consciente de mis hábitos diarios:
- Cambié los limpiadores con altos contenidos químicos por opciones no tóxicas.
- Dejé de quemar velas aromáticas (perdón, ambientador) y cambié por aceites esenciales.
- Comencé a usar detergente para ropa sin fragancia.
- Y yo finalmente concerté esa cita médica que debía haber hecho hace tiempo para que revisara mi función pulmonar.
Se trata de reducir lo que yo llamo "irritantes invisibles". Las pequeñas cosas que se acumulan.
Por qué esto no es sólo un problema de “salud personal”
Claro que hice cambios en mi rutina.
Pero eso tiene sus límites. Lo cierto es que necesitamos soluciones más amplias, y urgentes.
El cambio climático es un problema de salud pública.
Punto. Si el aire nos enferma, el aire limpio se convierte no solo en un consuelo, sino en un derecho humano.
Apoyar la energía limpia, un mejor transporte público y regulaciones más estrictas sobre la calidad del aire ya no son sólo temas políticos.
Son herramientas de supervivencia.
No es necesario ser un científico del clima para preocuparse por la respiración.
Respirar debería ser fácil. Invisible. Natural.
Pero en el clima actual, se está convirtiendo en una elección consciente.
Cada inhalación importa.
Si se ha sentido más congestionado, tosiendo más de lo habitual o simplemente despertándose con esa presión extraña en el pecho, es posible que no sea solo usted.
Podría ser el aire.
Y aunque no podemos controlar el clima, sí podemos... poder Protejamos nuestros pulmones, apoyémonos unos a otros e impulsemos un cambio que ponga la salud en primer lugar.
Vamos a hablar
¿Ha notado cambios en cómo su cuerpo reacciona a la calidad del aire o a los cambios estacionales?
¿Tienes consejos que te ayuden a respirar mejor?
Deja un comentario a continuación: me encantaría escuchar tu historia.
Y si este artículo te ayudó, compártelo con alguien que necesite escucharlo.
Respiremos mejor, juntos.
Puede que el clima esté cambiando, pero nosotros también podemos hacerlo.
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Soy licenciada en Nutrición y me apasiona la salud, el bienestar y la calidad de vida. Creo que una dieta equilibrada y pequeños hábitos diarios pueden transformar nuestro cuerpo y mente. Aquí comparto consejos prácticos y accesibles para quienes buscan una vida mejor.